viernes, 26 de junio de 2015

la necesidad de escribir

Me preguntan... "¿Quieres vivir de lo que escribes?" No es que quiera vivir de ella, es que no sé vivir sin escribir, sin crear historias en mi mente, si plasmarlas en un papel, sin dejarme llevar por ese torbellino que hace que mi mano vaya más rápido que mi propia mente.
Me enamoro de mis personajes, los odio, me enfado con ellos, comparto sus alegrias y sus tristezas... Son reales para mi, durante un tiempo, mientras "dibujo" sus vidas en un papel, son reales... Llegan incluso a obsesionarme. Intento meterme en su mente, sin darme cuenta que han sido ellos los que se han metido en la mia... Pero si hasta sueño con ellos...
Escribo porque no sé vivir sin hacerlo. Porque todo el cuerpo me lo pide. Pero no os voy a negar el vuelco que dió mi corazón la primera vez que tuve un ejemplar de "Remiendos del Pasado" entre las manos... El olor a libro nuevo. Ver esa portada que me tiene enamorada, con mi nombre en ella. Me daba hasta miedo tocarlo. Como si fuera a desvanecerse entre mis manos. Como si este sueño no se estuviera haciendo real...
Pero lo es. Y yo no puedo más que sentirme agradecida por todos los que me estáis acompañando en este viaje. Es increible el apoyo que estoy recibiendo.
Muchas gracias por ayudarme a hacer realidad esos castillos en el aire que se dibujaban en mi mente desde la primera vez que cogí un boligrado y un papel, reforzáis aún más esa necesidad de escribir.

martes, 2 de junio de 2015

Beatriz

Tenía 5 años. Nueva ciudad. Nueva casa. Nuevo cole... Decir que recuerdo perfectamente como me sentía sería muy optimista o, quizás, soñadora... Pero sí recuerdo mirar hacia el patio del colegio, que entonces me pareció enorme, y no tenerlas todas conmigo.
No recuerdo quien me dejó en la fila. No tengo ese recuerdo. Sólo recuerdo observar el pelo rizado y castaño claro (para mí era rubio pero ella siempre se ha empeñado en decir que no es rubio, jeje). Recuerdo como le di un toque en el hombro, como se volvió, sonrió y, sin mediar ni una sola palabra, salimos de la fila y empezamos a correr, persiguiéndonos mutuamente, riendo a carcajadas como sólo pueden reir los niños...
Hoy, 2 de junio de 2015, Beatriz cumple 34 años. Atrás quedaron los parvulos, atrás quedaron esas carreras alocadas por el patio... Pero ahí seguimos. Sin necesidad de hablar para saber lo que la otra piensa; las dos niñas a las que los profesores en un alarde de imaginación llamaban "Zipi y Zape" (por nuestros respectivos cabellos).
Colegio, instituto e incluso Universidad en aquellos locos años en los que yo estaba convencida de que mi futuro estaba en las matemáticas (Aún las sigo amando pero más como hobby; lo sé, estoy mal de la cabeza)... Juntas. En un eterno ni contigo ni sin ti.
Atrás quedaron aquellas promesas hechas con sangre de ser amigas para siempre; atrás quedaron peleas a gritos, lloros e incluso puñetazos que solían acabar cuando alguien intentaba meterse y... Pobrecito.
Dicen que la vida pasa, que aleja a las personas... Quizás tengan razón. La vida te aleja de las personas cuando se lo consentimos... Porque yo me fui a vivir a Barcelona, estuve en Mozambique, otra vez en Barcelona... Y al poco de volver a Madrid ella se fue a Paris hasta el año pasado... Y aquí seguimos. Y yo sabía, y ella sabía, que sólo hacía falta una llamada de teléfono, un "te necesito" para coger un avión y estar ahí.
La vida pasa, es cierto. Y ya no somos esas niñas que daban vueltas y vueltas al patio, a las que tenían que separar en clase para que no estuvieran todo el rato charlando, las que con 10 años se perdieron en la nieve en el Pirineo, las que un año después organizaron una recogida de firmas para protestar por la comida del comedor, las que estudiaban y hacían a pachas los exámenes de filosofía, las que gastaban horas y horas en el peor antro de los bajos de Argüelles, las que probaron su primer porro juntas, las que fueron de bar en bar pidiendo el chupito más fuerte que tuvieran, las que empezaban las noches yendo al "Buho" a tomar un "S.A.", las que fueron juntas a comprar su primer test de embarazo (y al día siguiente, a la misma farmacia, a por unos condones)...
Ni siquiera somos ya esas mujeres que, estando yo embarazada, se echaron a llorar en pleno metro de Madrid cuando ella me dijo que también iba a ser mamá... El destino quiso que nuestros peques se lleven sólo 4 dias...
La vida pasa, nos cambia, nos hace evolucionar. Pero ahí estamos, 29 años después de aquel primer cruce de miradas, compartiendo risas y lágrimas, victorias y derrotas, sueños e ilusiones... Porque si algo tengo claro en esta vida es que yo no sería quien soy si no fuera por ella.
Hoy y siempre, gracias Bea.

Remiendos del Pasado II

Vivimos en una época curiosa. La escritura, por fortuna, ya no pertenece sólo a un grupo de privilegiados. A principios de siglo vimos (y sufrimos) el auge de los blogs, todos teniamos uno, pequeños diarios en los que escribir lo que pensábamos, sentiamos... Compartir nuestra música favorita, nuestras fotos, etc...
Los blogs tenían la cualidad de que podían ser anónimos... Y eso ayudó a que mucha gente se atreviera a empezar a publicar cosas que si no seguramente se hubieran quedado olvidados en un rincón.
En la actualidad ha habido una subida meteórica de blogs de temática erótica (bueno algunos de erótica tienen poco y pasan a ser directamente pornos). También empiezan a dominar los libros de esta misma vertiente. ¿Cuánta culpa tiene de esto "50 sombras de Grey"? Libros eróticos (y no tan eróticos) ha habido siempre (algún día os contaré lo que me pasó con "Las edades de Lulú" pero eso es otra historia).
Quizás influyan los años, siglos, de opresión sexual, de no poder expresarnos, de contarnos el rollo de que el sexo era sólo para procrear, que las mujeres veían el sexo sólo como método de complacer a su pareja, que a ellas (nosotras) no les gustaba... Y de pronto decenas, centenas, miles.. de mujeres desean expresarse, desean gritar a los cuatro vientos lo que sus instintos le piden...
Pero, lo siento quien se de por aludido, no todos lo hacen bien. Muchos resultan repetitivos e incluso pedantes, creando personales tan vacios como ellos... Otros confunden el tener que hablar de sexo con tener que usar cada dos palabras "polla" o "coño" o "follar"... Otros son tan explícitos que parecen más un manual ginecológico que otra cosa...
¿Por qué cuento esto?Admiro mucho a las personas que son capaces de escribir y describir el sexo de una gran manera, que saben hacer relatos eróticos que realmente enganchan... Yo no escribo novelas eróticas. No me sale. Claro que en mis relatos hay sexo... Como en la vida misma. Pero no es el centro de la historia. ¿Por qué os cuento esto? Gran parte, la mayoria, de las personas que conozco que escriban lo hacen sobre relatos eróticos (Desde aquí os recomiendo que si os gusta ese tipo de relatos os paséis por vitabreviscompussui.blogspot.com.es ) y al hablar de que iba a publicar un libro muchos dieron por asumido que sería de esa temática.
Y como ya he dicho, respeto mucho a los que saben escribir en ese estilo... Quizás algún día yo lo consiga... Mientras, como suele decirse, "zapatero a sus zapatos". Sólo espero que os guste... En nada os iré contando más cosas.
Bicos. Sed felices. Muaacks